miércoles, 3 de junio de 2009

Quiero despertar y ser un insecto... ah no, ese ya me lo ganaron.

Martes.
Como tenía mucho calor, dormí con las ventanas y la puerta abierta. El perro se echó al lado de mi cama... supongo que también encontraba insoportable el calor, y vio en mi cuarto ventilado la oportunidad de refrescarse.
De lueguito, comencé a sentir frío.
La verdad estaba tan cansada y somnolienta, que preferí padecerlo antes que levantarme a cerrar todo. Y en eso estaba cuando... el gordo me abrazó!

De hecho más que abrazarme, yo creo que me quería coger. Pero mmm... tenía tanto sueño y además: quién chiflados era ese gordo-gordísimo (como luchador de sumo) que de repente estaba en mi cama tan campechano?
Puaj! fue en ese momento que quise que mi perro fuera bien feroz, y no sólo una simpática bolita de pelos. Entonces sí que habría podido atacar al tipo gordo que estaba empecinado en entrepiernarse conmigo.
Por mi parte me negué rotundamente a quitarme el frío de esa manera; cada quien sus gustos, pos éste!

Mientras tanto, estábamos todos reunidos en la iglesia (o era la casa de mi abuela materna?) y que veo a Rodrigo; como lo vi el viernes pasado que fui al café con Itza y los dos nos hicimos mensos y no nos saludamos. Pero esque el viernes iba con uno de sus amigos -frente al que curiosamente adopta la actitud de ex novio insensible conmigo- y pues nehhh... hueva.
Pero en la iglesia-casa-de-mi-abuela estaba solo. Así que me acerqué a saludar como si nada.
Me reclamó haber fingido que no los vi a él y a su papá un día que nos topamos en la calle. Pero neta que no. Con su amigo por supuesto, pero con mi ex suegro que es la onda... imposible haberle hecho eso.

En fin. Decidimos que mejor nos íbamos de ahí. Nos subimos a su coche Datsun setentero, destartalado y rojo (qué habrá pasado con el nice Bora plateado?) y enfilamos hacia rumbo desconocido... más o menos. Porque en ese momento a Rod se le ocurrió que tenía hambre y antojo de una torta de gallina descabezada. "Están buenísimas; las venden en Aurrerá"- me dijo el Rodri rete entusiasmado-.
Pus vamos! Y bien contentos y con el piloto automático activado, seguimos plátique y plátique hasta que llegamos a un restaurante donde nos pusimos a ver unas fotos mías de prepa, en las que salí haciendo caras chistosillas.

Miércoles.
Los que estamos "bien" estamos metidos en un cuarto. Los que están poseídos por el demonio están fuera del mismo. Me gusta la luz roja que nos ilumina: bien burdelesca. Qué ironía! el infierno de nuestros sueños infantiles siempre nos lo pintaban rojo; ahora el lugar donde nos refugiamos los "buenos" -y a donde no deben entrar los endemoniados- es precisamente rojo.
Veo caras conocidas (que ahora no recuerdo) y sólo nos miramos unos a otros con expresión de circunstancia.

De repente dicen que "alguien" abrió una de las puertas prohibidas -alguien de los nuestros- supongo que por ociosidad disfrazada de curiosidad como siempre en estos casos, y claro! ahora tendremos que correr para que los poseídos no nos contagien (mmm... me recordó cierto tema pasado de moda).
Correr, huir. Tengo miedo de algo que ni siquiera conozco, pero que me han dicho que es "malo" y yo me lo he creído. Porque en serio: siento miedo de verdad... uhhhhhh.

Ahhh! pero que me acuerdo del túnel de lodo. Sí! ahora podré salvarme y los demás que están ahí en el méndigo cuartito luchando por su vida, me valen madre.
Yo tengo el poder... muajajaj!!! (musiquita de fondo de He-man)

Paréntesis.
Acabo de regresar del dentista. Me dijo que me tenía que sacar las muelas del juicio; sólo que me quedé con varias dudas: si me las sacan; las muelas serán culpables, inocentes... o qué??? si me las sacan; pierdo el juicio y me vuelvo loca, inocente, culpable o qué???
Aich! tantas dudas y yo sin terminar de descubrir qué le dijo Diotima a Sócrates.
Ya mejor me voy a hacer la tarea, porque si no la maestra me pega.

1 comentario:

Dean dijo...

Será que estás leyendo a Kafka.
Llevabas días sin escribir pero hoy te has despachado a gusto.
Un saludo.