Francamente, yo tenía otras ocupaciones más importantes que luchar por mi vida en ese momento. Así que empecé a documentar cosillas sin sentido por aquí y por allá, según anduviera el ánimo.
Me doy cuenta que este blog es un azote total. O sea, ¿qué pedo con mi vida de veinteañera en decadencia?
Nahhhh... la verdat estuvo chida la etapa chones; pero es que ahora ya me resulta algo ridículo continuar escribiendo mis andanzas de señora primeriza aquí.
Así que me mudo a un escenario más acorde a mis "nuevos tiempos".
Y bueno, en lo que me acostumbro a que cada día que pasa me acerco más al estatus "Doñita en toda la extensión de la palabra", por lo pronto puedo empezar por ser una seño apócrifa ;)
¡Nos vemos en el manicure!