"Una chica me dijo: no hay por qué tener miedo. Las cosas dulces y bonitas seguirán ahí cuando consigas despertarte.
Yo estaba despierto, así que imaginé que era ella la que estaba dormida".
Héroes, Ray Loriga.
Ésta madrugada soñé con el filósofo inteligente, guapo y amable con todos, menos conmigo.
Peeerooo... la madrugada anterior:
La UNAM; somos un montón de gente en un patio enorme, sentados en sillas plegables. Frente a nosotros, hay unos tipos dando un discurso político. Preguntan amenazantemente si apoyaremos sus iniciativas:
1) Que el Dalai Lama tenga derecho a jugar wii.
2) Que... (la neta ya no me acuerdo de la iniciativa, pero se trataba de obligarnos a hacer algo con lo que no estaba de acuerdo)
Itza está a mi lado. Casi llorando, le digo que me da mucha rabia que nos quieran amedrentar de ésa manera. Un tipo pasa con una hoja que tenemos que firmar. Me niego. Con sorpresa veo que la demás gente está levantando la mano como gesto de aprobación a lo que nos piden. Aunque pareciera que lo hacen por miedo a las represalias.
Me da mucho coraje; estoy decepcionada, sobre todo. Es la primera vez que estoy en la UNAM y no es nada de lo que había imaginado.
Calles de Zacatecas o Guanajuato; Itza y yo queremos comer algo.
Entramos a un lugar que se supone es un restaurante. Veo a una mujer entrar por una puerta enfundada en un corset blanco, con pezones de plástico puntiagudos. Asumo que estamos en un burdel... o algo así.
Salimos presurosas, pero un tipo nos ve e intenta detenernos.
Al salir, gritamos por la calle como locas. Por fin, perdemos de vista al tipo.
De pronto, nos encontramos en una calle a Diana y otras personas. Nos dicen que nos llevarán a pasear a Disneylandia. Brincamos de júbilo.
*****
Entonces, ésta madrugada:
Estoy en la sala de la casa de mi abue, platicando (será posible!?) con el filósofo inteligente, guapo y amable con todos, menos conmigo; él me está diciendo (amablemente, uy!) cómo armar unos cochecitos de juguete que están sobre la mesa y en eso...
¡Uta madre! que me despierto con las sirenas de unas patrullas a las 3:20 a.m. :-(
Yo estaba despierto, así que imaginé que era ella la que estaba dormida".
Héroes, Ray Loriga.
Ésta madrugada soñé con el filósofo inteligente, guapo y amable con todos, menos conmigo.
Peeerooo... la madrugada anterior:
La UNAM; somos un montón de gente en un patio enorme, sentados en sillas plegables. Frente a nosotros, hay unos tipos dando un discurso político. Preguntan amenazantemente si apoyaremos sus iniciativas:
1) Que el Dalai Lama tenga derecho a jugar wii.
2) Que... (la neta ya no me acuerdo de la iniciativa, pero se trataba de obligarnos a hacer algo con lo que no estaba de acuerdo)
Itza está a mi lado. Casi llorando, le digo que me da mucha rabia que nos quieran amedrentar de ésa manera. Un tipo pasa con una hoja que tenemos que firmar. Me niego. Con sorpresa veo que la demás gente está levantando la mano como gesto de aprobación a lo que nos piden. Aunque pareciera que lo hacen por miedo a las represalias.
Me da mucho coraje; estoy decepcionada, sobre todo. Es la primera vez que estoy en la UNAM y no es nada de lo que había imaginado.
Calles de Zacatecas o Guanajuato; Itza y yo queremos comer algo.
Entramos a un lugar que se supone es un restaurante. Veo a una mujer entrar por una puerta enfundada en un corset blanco, con pezones de plástico puntiagudos. Asumo que estamos en un burdel... o algo así.
Salimos presurosas, pero un tipo nos ve e intenta detenernos.
Al salir, gritamos por la calle como locas. Por fin, perdemos de vista al tipo.
De pronto, nos encontramos en una calle a Diana y otras personas. Nos dicen que nos llevarán a pasear a Disneylandia. Brincamos de júbilo.
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Entonces, ésta madrugada:
Estoy en la sala de la casa de mi abue, platicando (será posible!?) con el filósofo inteligente, guapo y amable con todos, menos conmigo; él me está diciendo (amablemente, uy!) cómo armar unos cochecitos de juguete que están sobre la mesa y en eso...
¡Uta madre! que me despierto con las sirenas de unas patrullas a las 3:20 a.m. :-(