domingo, 18 de septiembre de 2011

Dice Rubén

Dice Rubén que quiere la eternidad, que pelea por esa memoria de los hombres para un siglo, o dos, o veinte. Y yo pienso que esa eternidad no es más que una prolongación, menguada y pobre, de nuestra existencia.

Hay que estar frente a un muro. Y hay que saber que entre nuestros puños que golpean y el lugar del golpe, allí está la eternidad.

Creer en la supervivencia del alma, o en la memoria de los hombres, es lo mismo que creer en Dios, es lo mismo que cargar su tabla mucho antes del naufragio.


JAIME SABINES


Dice Rubén que una quesadilla de papas con chorizo es igual a un huarache de papas con chorizo, con la única diferencia de que el huarache está extendido. Entonces, los sopes pasan a ser huaraches más pequeños, y así, la comida mexicana es bastante repetitiva.

Y yo pienso que esas deducciones sólo pueden ocurrírsele a él, mientras todo este tiempo he vivido engañada disfrutando de la "diferencia" entre unos chilaquiles y unas enchiladas...

Hay que estar en una taquería. Y hay que saber que un taco al pastor de 1 euro en lo de Rafa Márquez, no es ni parecido a lo que obtienes por 5 pesos de un taco al pastor en mi pueblo.

Creer en la igualdad en México, o en que a un español le cambiarían unos euros sin presentar pasaporte como al tipo francés, es lo mismo que creer en Dios, es lo mismo que viajar con una mexicana a Playa del Carmen y que a ella la confundan con extranjera en su tierra, sólo porque el europeo "real" tiene mejor estilo para zamparse unos tacos con guacamole.

V